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Shahzad Ismaily

Acerca de este artista

Entre bastidores tras su espectáculo de debut en 2018 en su ciudad adoptiva de Nueva York, Shahzad Ismaily pidió a Arooj Aftab y Vijay Iyer que se acurrucaran y reflexionaran sobre lo que acababa de ocurrir. "Lo sentimos desde el primer momento", recuerda Iyer. "Estábamos desconcertados y casi en silencio y dijimos: No sé qué acaba de pasar. Pero deberíamos repetirlo". No habían preparado material de antemano; la potente química sorprendió incluso a estos experimentados colaboradores. Un enfoque compartido en la creación colectiva en tiempo real les permitió entrelazar el bajo, piano y las voces en un sonido impresionantemente unificado. Era música en el momento. Las palabras no podían definirla, pero el público la sintió y se unió al viaje emocional. Mantenerse abiertos a la co-creación espontánea se convirtió en el enfoque que definió a la banda en la media docena de conciertos que ofrecieron antes de grabar su álbum de debut.

Individualmente, sus reconocimientos son sustanciales: la vocalista Arooj Aftab, la primera pakistaní en ganar un Grammy, maravilla al público de todo el mundo con sus fascinantes espectáculos en directo; Vijay Iyer, genio MacArthur y nominado al Grammy, es uno de los pianistas más influyentes de la actualidad; la sensibilidad y perspicacia técnica del multiinstrumentista Shahzad Ismaily le han convertido en una leyenda entre músicos como el difunto Lou Reed, para quien trabajó como músico de sesión. Sin embargo, la maravilla aquí es cómo el ego desaparece cuando los tres músicos se fusionan para crear un sonido singular y magnífico.

Un factor clave es cómo Aftab emplea su voz de otro mundo como un instrumento más del conjunto. "Utilizo sobre todo las palabras para sacar el sonido", dice. "No pienso en contar una historia". La voz como instrumento de viento encaja a la perfección con la combinación de sintetizador y teclado de Iyer e Ismaily, que fluyen juntos como la luz del sol y la sombra.

En términos más generales, al confiar en la creación en tiempo real -y en los demás-, el grupo es capaz de combinar la espontaneidad con la sabiduría acumulada durante toda una vida dedicada a la música. Como dice Ismaily: "Siento que estamos dando sutilmente la señal a los oyentes para que digan: Vive así".

Amor en el exilio. Tres músicos de talla mundial se reúnen en Nueva York para forjar una voz singular que toma como punto de partida sus distintas trayectorias y vastos historiales de colaboración. A partir de ahí, exploran actuaciones únicas definidas por un sentido de la belleza atemporal y la sorpresa repentina.